lunes, 3 de diciembre de 2012

Un gran cometa será visible a finales de 2013

Las primaveras de 1996 y 1997 las recuerdo especialmente por un hecho insólito: la aproximación a la Tierra de dos grandes y brillantes cometas. Pudieron ser perfectamente visibles a simple vista, que es lo que mayor importancia se le da a estos acontecimientos. No sé si os sonarán. Eran el cometa Hyakutake en 1996, y el Hale-Bopp en 1997. Los nombres si os suenan raros es por que toman el apellido del descubridor.

Recuerdo sobre todo el Hyakutake. Una noche de aquella primavera del 96 la Agrupación Astronómica de Huesca organizó una quedada en la ermita de Loreto, para todo aquel que quisiera acudir para poder verlo. Era impresionante. Debido a su proximidad a la Tierra se veía enorme. Ocupaba gran parte del cielo y, visto desde Loreto, estaba situado justo encima de la ermita y abarcaba más campo visual incluso que la propia ermita. Una inmensa cola de entre 570 y 1000 millones de kms. Visto desde la Tierra, casi una cuarta parte del cielo. Hasta dentro de 72 mil años no lo volveremos a ver.




Hyakutake (1996)

Al año siguiente, llegó el Hale-Bopp, que no era tan grande, pero tenía la peculiaridad que de repente, debido al calor del Sol, desarrolló una segunda cola de gas que fue objeto de grandes estudios, y todos los telescopios del mundo apuntaban al cometa para observar este inusual hecho.


Hale-Bopp (1997) y sus características colas

Pues bien, la noticia es que a finales del 2013 (desde Noviembre hasta mediados de Enero de 2014), podremos presenciar el paso del cometa C/2012 S1 (ISON), que estiman que será igual de espectacular, o más, que estos dos anteriores que os he presentado. Ya lo apodan "el cometa del siglo". Desde entonces no se ha podido observar nada igual a simple vista. Además coincidirá con la llegada de otro cometa, el Encke, aunque no será tan majestuoso como el ISON. Así que aficionados a la astronomía como yo, lo estamos esperando impacientemente.



Los cometas son pequeñas bolas "sucias" de hielo, polvo y roca que van dando vueltas al Sol. Algunos tienen unas órbitas elípticas tan alargadas que tardan miles de años en recorrerlas. Otros tienen órbitas mucho más cortas, como el cometa Encke que regresa cada 3.3 años. Conforme se van acercando al Sol, se van derritiendo, y por eso vemos su majestuosa cola. Debido a este calentamiento los cometas pueden tener un comportamiento inesperado e impredecible, y por eso se dice que los cometas son como los gatos, tienen cola y hacen lo que les da la gana. Esperemos que éste no estropee las espectativas, por lo menos hasta que podamos contemplarlo.

Personalmente me parecen una estampa preciosa plasmada en el cielo. Viendo como cada noche, y poco a poco se van moviendo en su camino hacia el Sol. Después, en según qué casos, desaparecen misteriosamente cuando están rodeando nuestra estrella. Días o horas después reaparecen para hacer el viaje de regreso, hasta que finalmente, igual que han venido se irán, desapareciendo de nuestra vista.

¿No os parecen increíbles estas imágenes?

4 comentarios:

  1. Enhorabuena, me ha gustado mucho !!! Aún queda 1 año pero como nos lo recordarán, estaré atenta a ver si lo veo, que los otros me los perdí...

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  2. Muy interesante y curioso.Para los que no entendemos nada de este mundillo científico esta estupendamente explicado. Espero ver el del próximo año, porque el de 72 mil años, será difícil, ja,ja. Felicidades por tu post.

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  3. Pues sí, las fotos son impresionantes y el tema me gusta bastante, es un espectáculo siempre que no pasen demasiado cerca, je, je.
    Chao.

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  4. Si no se fragmenta ni se estropea (tal y como se espera) creo que será recordado por muuuucho tiempo. Si es así, recomiendo alejarse de las luces de la ciudad para poder verlo.

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